viernes, 7 de mayo de 2010

La Boa Esmeralda


Una de las boas menos conocidas de Venezuela es la Boa Esmeralda. Se trata de una serpiente de hábitos arborícolas, cuya vida transcurre en lo alto de los árboles de las selvas húmedas al sur del Orinoco. Es un reptil especializado en cazar los pájaros que se posan en su cercanía. Su color verde esmeralda, manchado de blanco, la hace parecer un conjunto de hojas sobre las cuales los pájaros han hecho sus necesidades.

Sus hábitos de cazadora son pasivos, esperando a su presa posada en una rama, sin moverse. Se enrolla sobre las ramas de modo tal que le sea posible lanzar un mordisco certero mientras su cuerpo se proyecta con fuerza y rapidez sobre su presa. Su dentadura también es especializada. Los colmillos anteriores de las maxilas y mandíbulas son muy largos, apropiados para asir con seguridad el cuerpo de un ave a través de su plumaje.

Como todas las boas, es una constrictora, y una vez que muerde su presa, utiliza el resto del cuello y el cuerpo para asegurarla y sofocarla apretando con fuerza sus anillos. Luego de sofocarla, va soltando lentamente el fuerte apretón, y con mucha paciencia trata de ubicar la cabeza del ave, para comenzar a tragarla. Poco a poco la engulle, separando convenientemente las articulaciones mandibulares y distendiendo su esófago.

Esta especie tan interesante y vistosa, se reproduce como otras ovovivíparas. Sus huevos se desarrollan completamente dentro del cuerpo de la madre y al nacer están dotados de movilidad y cubiertos por una delicada membrana transparente y no encerrados en una cáscara calcárea. Los pequeños son distintos a los adultos. Su cuerpo es un intenso rojo-coral manchado de blanco. Tal vez mimetizan frutas en vez de hojas.